11 sept 2010

HILANDO CON LOS NUESTROS

¡JÁ! Y llegamos a la Colombia (de esto hace 3 meses y pucho…), saludamos con la familia y algunos amigos y a rodar otra vez hacia el Festival Mono Nuñez. Esta vez, incluyó lanzamiento del CANTOS DEL CAMINO, visita de Ramiro Acosta y Consuelo Ojeda, reencuentro con muchos amigos, e invitaciones muy amables para tocar en otros festivales. De vuelta en Medellín fue el lanzamiento de nuestro disco en el Teatro El Águila descalza, un gran concierto que permitió reencontrarnos con el público de la ciudad y, además, un escenario hermoso donde suena muy bien la música.

Después nos fuimos hacia el Macizo Colombiano, a las fiestas de San Juan y San Pedro, a cantar sanjuaneros y rajaleñas, a comer asado y tomar mistela, a compartir con la familia. Este viaje nos regaló la oportunidad de ver cantar y conocer personalmente a una de las más importantes cantoras de nuestra América: TOTÓ LA MOMPOSINA, ejemplo de calidad artística, carácter, ética, sensibilidad, y otras tantas cosas bellas que constituyen la vida de esta gran artista.

Y de pronto, a nuestra casa llegaron los duendes, las princesas, los músicos, los locos, las voces, las guitarras, los cantos rodaos, los viva la música, el colibrí, el vino, el niño caníbal, el albur, la risa, las lágrimas, los colores, y las despedidas…y las pesadillas -dice Orlando –.

Con una tremenda nostalgia mezclada con risas y silencio, seguimos con la tarea propuesta, por ahora con estas palabras del maestro Alejandro Obregón:

“…depender sólo del entusiasmo, de la intuición, mucho más que de lo docto, que es congelado. Depender más de la suerte, que de la sabiduría, porque la suerte es mucho más nítida, transparente y espontánea…porque además, cuando uno se anda entusiasmado, basta con el deseo y cualquier cosa puede suceder… ¡y eso también te lo prometo!...”


Así es como ha estado HILANDO, una idea que, entre tejer y rodar, nos ha traído mucha vida, mucha fuerza para seguir los cantos.

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